Leales, divertidos, sensibles y siempre presentes. Los perros han pasado de ser “la mascota” a ocupar un rol protagónico en la familia. Al punto que miles de ellas los ven como parte de su núcleo afectivo, llamándolos cariñosamente “hijos de cuatro patas”. Este cambio cultural, junto con los avances en materia de salud animal, logró algo impensado décadas atrás: la esperanza de vida de los perros se duplicó en los últimos cuarenta años.
La forma en que las personas se vinculan con los animales de compañía cambió, y con ella, la forma de cuidarlos. Ya no alcanza con darles afecto: también necesitan atención, prevención y un entorno que promueva su bienestar. En este sentido, celebrar mañana el Día Mundial del Perro se erige como una buena oportunidad para reflexionar sobre este lazo profundo y el rol que cada tutor asume al elegir compartir su vida con un perro.
Se estima que existen cerca de 900 millones de perros en el mundo, muchos de los cuales conviven con sus tutores humanos. En Argentina, este vínculo es particularmente fuerte: el 80% de la población tiene al menos una mascota, y el 78% de ellas son perros, ubicándo al país entre los de mayor proporción de animales de compañía en la región.
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La última Encuesta Anual de Hogares del Gobierno porteño reveló que más del 80% de los perros recibió, al menos, una atención veterinaria en el último año, el 87% fue desparasitado y un 34,3% recibió entre dos y cuatro tratamientos anuales. Esta tendencia, impulsada por una mayor conciencia sobre la tenencia responsable y los progresos en la medicina veterinaria, fue fundamental para prolongar la vida de los fieles compañeros.
“Sumar un perro a la familia debe ser una decisión consciente, ya que implica un compromiso de amor y cuidado que puede extenderse entre 12 y 17 años, según el tamaño, la raza y la atención que reciba el animal”, afirma Walter Comas, médico veterinario de MSD Salud Animal. “Es fundamental garantizar que el perro tenga sus cuidados sanitarios al día y un entorno saludable donde vivir, porque la salud animal, la salud humana y la del ambiente están profundamente interconectadas”, agregó.
Cinco tips saludables
◆ Chequeos veterinarios periódicos: se recomienda visitar al veterinario, al menos, una vez al año.
◆ Vacunación al día: tener el calendario actualizado protege a los animales de enfermedades graves y, potencialmente, mortales. También previene el contagio a humanos.
◆ Desparasitación externa: es vital proteger al perro de pulgas, garrapatas y otros parásitos externos todo el año.
◆ Cuidado dental: el cepillado diario es la mejor prevención para evitar la caída de los dientes u enfermedades relacionadas con su salud bucal.
◆ Control del peso: este no es un tema menor. Es importante consultar con el veterinario sobre la alimentación más apropiada para el compañero de cuatro patas en cada etapa de su vida para evitar que tengan sobrepeso.