Córdoba: descubriendo China y tendiendo puentes

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Durante décadas, para una parte de los empresarios argentinos, China era un territorio lejano, misterioso y hasta inalcanzable. Se lo miraba con prejuicios: un país de producción barata, bajos salarios, sin I+D, supuesta falta de controles ambientales.

Una visión que, como quedó demostrado con la revolución de los autos eléctricos, las motos y bicicletas a batería, los drones, electrodomésticos, productos electrónicos de vanguardia y las nuevas plataformas de inteligencia artificial, era profundamente errada. Hoy China no sólo compite, sino que marca la agenda tecnológica y de consumo del mundo.

La Argentina en general, y Córdoba en particular, han vivido demasiado tiempo de espaldas a ese gigante. Sin embargo, el mercado chino es hoy el más grande del planeta, con una clase media de cientos de millones de personas que demandan alimentos, bebidas, experiencias culturales y productos de calidad. El desafío no es menor: requiere conocimiento, estrategia y decisión.

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En esta nota exploramos las oportunidades ganadas y perdidas, los antecedentes históricos de apertura, el rol de ferias como Cantón, Yiwu, CIIE y SIAL, las lecciones de países vecinos como Chile y Perú, y los productos concretos que Córdoba puede y debe colocar en las góndolas chinas.

El mosaico chino: un mercado que no es uno, sino mil

El error más común es pensar en China como un mercado único y homogéneo. La realidad es que se trata de un mosaico cultural y generacional. Cada región tiene tradiciones culinarias distintas, desde los sabores picantes de Sichuan hasta los pescados y mariscos de Shanghái. Cada generación muestra hábitos de consumo diversos: los jóvenes urbanos buscan vinos, cervezas extranjeras, helados y snacks internacionales; los adultos de mediana edad valoran más la medicina tradicional, algunas de cuyas hierbas se encuentran en Argentina, los cálculos biliares de las vacas y los alimentos saludables; los mayores priorizan la seguridad y la trazabilidad.

Esa diversidad es una oportunidad para Córdoba: significa que hay múltiples puertas de entrada, no una sola. Desde el vino tinto, el pan y los helados hasta los popcorn, las legumbres, las proteínas vegetales y los productos para la medicina tradicional, todo tiene un espacio en algún segmento del mercado chino.

Angeloz y Caminotti, pioneros del comercio exterior provincial

El primer gobernador de la democracia, Eduardo César Angeloz, junto con su ministro de Comercio Exterior, Jorge Caminotti, fueron pioneros en abrir la cabeza de los industriales cordobeses a la cooperación internacional y desarrollar el músculo de la exportación. Organizaron misiones empresariales a muchos países del mundo, que no solo sirvieron para explorar mercados, sino también para instalar una mentalidad de exportar o perecer.

Aquellas primeras experiencias, que en su momento parecían ser voluntaristas, mostraron que la política pública podía ser un motor para empujar a las pymes y empresas grandes cordobesas fuera de la zona de confort del mercado interno. Hoy, ese mismo espíritu debe recuperarse para mirar hacia China, organizando misiones temáticas para explorar oportunidades como maquinaria agrícola inteligente, snacks, leche en polvo, dulces gourmet, helados o artesanías.

El boom de las ferias: embajadas comerciales globales

En el comercio con China hay una palabra clave: ferias. Son las plataformas donde se hacen y deshacen negocios, donde se construyen relaciones de confianza y donde se entienden las tendencias del consumo.

  • La Feria de Cantón (Guangzhou): la más grande del mundo, con pabellones infinitos donde se negocia de todo: desde electrodomésticos hasta maquinaria pesada, pasando por textiles, autopartes y productos de consumo masivo.
  • Yiwu: considerada la capital mundial de la internacionalización, con showrooms de más de 60.000 fábricas abiertas todo el año.
  • CIIE (China International Import Export) en Shanghái: destinada a los exportadores. Allí el vino cordobés, los quesos, los aceites y las proteínas vegetales tienen su escenario perfecto.
  • SIAL China: feria especializada en alimentos y bebidas, termómetro del consumo de la clase media china, ideal para el maní, las legumbres, los vinos y los aceites.

Consumidores que “votan con los pies”… y con el e-commerce

Los argentinos ya demostraron que, frente a precios altos y falta de opciones, buscan alternativas afuera. Hoy, ese voto se trasladó al mundo digital: millones compran en Shein, Temu o Aliexpress. Esto muestra que el e-commerce es un canal irreversible.

¿Por qué no usar esos mismos canales para vender productos argentinos en China? Plataformas como Alibaba, JD.com o Pinduoduo permiten llegar a cientos de millones de consumidores chinos.

Chile y Perú: dos espejos que Córdoba debe mirar

Mientras Argentina discutía sobre aranceles, Chile y Perú firmaron acuerdos de libre comercio con China y hoy lideran la región en exportaciones. Chile exporta vinos y frutas frescas; Perú, pescados, espárragos y uvas. Córdoba, con su capacidad agroindustrial, podría hacer lo mismo. Pero necesita superar la lentitud del Mercosur y apostar a certificaciones, campañas específicas y marca Córdoba.

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Córdoba y su potencial exportador

Córdoba no es sólo soja y autos. Tiene un abanico de productos con potencial en China:

  • Lácteos (leche en polvo, quesos especiales).
  • Vinos y cervezas con denominación de origen.
  • Proteínas vegetales (soja texturizada, aceites).
  • Cárnicos con certificaciones halal.
  • Snacks y golosinas.
  • Legumbres y cereales.
  • Hierbas medicinales.
  • Agua mineral y jugos premium.
  • Caballos de polo.
  • Helados argentinos.

El desafío es claro: producir no basta, hay que adaptar packaging, etiquetado, campañas en redes chinas y distribución.

Si no es este el momento, ¿cuándo?

La ciudad de Córdoba, única en el país con una avenida llamada República Popular China, debe transformar ese símbolo en estrategia. El premio es enorme: cada dólar que ingrese por exportaciones es un dólar más para el progreso argentino. Chile y Perú ya están masivamente en las góndolas chinas. Córdoba, muy poco. Y si no lo hace pronto, perderá la oportunidad de desarrollar su marca propia.

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