El economista, David Miazzo, en comunicación con Canal E, hizo hincapié en el complejo panorama de los sectores productivos en el interior del país. Con nueve actividades en rojo, la mayoría afectadas por una combinación de sobreoferta y caída de demanda interna, advirtió que el principal problema es económico, pero también estructural y político.
Según explicó David Miazzo, “este es un informe que publica CONINAGRO todos los meses y que monitorea 19 actividades productivas”. En el último relevamiento, “9 están en rojo, que son las actividades de algodón, arroz, cítricos dulces, forestal, mandioca, papa, peras y manzanas, vino y mosto y yerba mate”. Luego, mencionó que solo tres se encuentran en verde: “bovinos y miel”, mientras que las restantes figuran en amarillo, con indicadores mixtos.
Cuáles son los 3 componentes que construyen el semáforo
En otra instancia, explicó que el semáforo se construye a partir de tres componentes: “El componente negocio, donde se analiza la evolución de los precios y de los costos; el componente productivo, donde se analiza área o stock y producción; y el componente comercial, donde se analiza las exportaciones, las importaciones y el costo”.
Sobre las causas que empujan al rojo a tantas producciones, Miazzo comentó: “Básicamente, los precios han evolucionado por debajo de la inflación y por debajo de los costos”. Sobre la misma línea, resaltó que esto se debe a “una demanda relativamente débil durante un último año” y, en algunos rubros, a “un buen nivel de producción” que incrementó la oferta interna.
“Son actividades que están muy orientadas al mercado interno y con baja elasticidad”, desarrolló. También puso como ejemplo el caso de la yerba: “El precio de la yerba puede caer, pero no es que la gente va a consumir el doble de yerba que antes”. Asimismo, recalcó que esa rigidez hace que “ese exceso de oferta se convierta en una baja de precios y no en un aumento necesariamente en lo inmediato del consumo”.
Leve repunte del consumo
Pese al contexto, el economista ve señales alentadoras hacia adelante: “El consumo está empezando a traccionar porque alguna recuperación del salario real existe y a eso se le suma que gran parte de los precios de los alimentos ha evolucionado por debajo de la inflación”.
En consecuencia, planteó que, “el poder de compra de los salarios expresado en alimentos ha mejorado significativamente”. En este sentido, expresó que ya se observa un “mayor nivel de consumo de carne, mayor nivel de consumo de lácteos e incremento de las ventas reales en supermercados”.