Desde que Evangelina Anderson se instaló en México, su vida cambió por completo. Alejada de su entorno habitual en Argentina y Alemania, la modelo priorizó a su familia, especialmente a sus hijas menores, Emma y Lola, quienes se convirtieron en el centro de su día a día. Con Bastian, su hijo mayor, todavía en Argentina, Evangelina encontró en estas pequeñas la oportunidad perfecta para reconectar con ellas a través de nuevas experiencias.
Uno de los objetivos que se trazó fue estar presente en cada momento importante de sus hijas, acompañarlas en sus intereses y, cuando fuera posible, sumarse a ellos. Así fue como, sin buscarlo demasiado, descubrió una nueva pasión que hoy la tiene completamente entusiasmada: la equitación.
Todo comenzó cuando mostró a Lola, su hija del medio, practicando este deporte a comienzos de año. Desde ese momento, la disciplina ecuestre se volvió parte de la rutina de la pequeña. Y Evangelina, que no se conforma con ser solo espectadora, decidió ponerse el traje de amazona y subirse a un caballo para experimentar lo mismo que su hija.
La sorpresa fue total cuando Evangelina Anderson compartió en sus redes una imagen suya montando un caballo, completamente equipada. El lugar elegido fue el Club Hípico de Monterrey, una institución reconocida en la región y muy cercana a su hogar.
La postal, de aire cinematográfico, muestra a la modelo completamente integrada al ambiente rural, rodeada de naturaleza y mostrando su lado más relajado. «Amo a los caballos y yeguas que pudimos subirnos», dijo.
EVANGELINA Y SU NUEVO VÍNCULO CON LA EQUITACIÓN
Con esto, Evangelina no solo se sumó al deporte, sino que dejó ver una nueva faceta. Ya no solo como madre dedicada o figura mediática, sino como una mujer dispuesta a reinventarse para compartir pasiones con sus hijas. Incluso, algunos de sus seguidores se preguntaron si, como Lola, también decidirá participar en competencias, ya que su hija fue parte del Concurso Hípico Internacional de Monterrey.
La equitación no es lo único que suma Evangelina a su vida mexicana. En los últimos días, también se la vio disfrutando de una jornada de excursiones off road junto a sus hijas. “Un día mágico. Gracias a la vida por esto. Enamorada de cada rincón de Monterrey y su gente”, escribió en una publicación donde mostró parte del recorrido y los imponentes paisajes del lugar.
Lejos de los rumores que suelen girar alrededor de su pareja, Evangelina muestra con hechos que está disfrutando de esta etapa con intensidad. Ya sea arriba de un caballo o en una travesía por los caminos rurales de Monterrey, lo cierto es que encontró en este país no solo nuevas actividades, sino una forma de vivir más conectada con los suyos.