El tercer paro general de la CGT contra el gobierno de Javier Milei no genera preocupación en la Casa Rosada, donde por el contrario dejan ver el interés por aprovechar la medida para recargar el discurso «anti casta» y apuntar especialmente contra el peronismo de cara a la campaña electoral, al tiempo que buscan presentar a los sindicatos como algo opuesto «a la gente» y cuestionar su representantividad.
Esto se notó en el día previo, cuando fuentes de la mesa chica de Milei dejaron trascender que para el Gobierno el paro «es parte de la campaña» y chicanearon con que «paran los amigos de Leandro Santoro«, el candidato del peronismo para las elecciones a legisladores porteños del 18 de mayo, una pelea central para La Libertad Avanza.
No obstante, la medida de la CGT que paraliza el funcionamiento de los trenes, los subtes y los vuelos como principal efecto viene a formar parte también de la campaña del propio Gobierno, que intenta aprovechar el paro para revivir el relato que llevó a Milei a ganar las elecciones presidenciales y hacerle pagar el «costo político» ante la ciudadanía a los sindicatos.
En esa estrategia se destacó en las horas previas a la medida el subsecretario de prensa, Javier Lanari, al remarcar en una de varias publicaciones en redes -que fueron reposteadas por el Presidente- que «la casta sindical está obligada a parar el transporte» porque «de lo contrario quedaría en evidencia su inexistente representatividad» y que «por algo tienen 95% de rechazo en la sociedad».
Nuevo paro de la CGT: ¿el Gobierno puede sacar provecho de la medida?
En rigor, la estrategia de aprovechar el paro para la propia campaña de La Libertad Avanza empezó a cocinarse en la mesa chica de Milei, donde talla el influyente asesor Santiago Caputo, desde que la CGT lo anunció, 15 días atrás.
«¿Por qué iríamos a frenarlo?», señaló ante iProfesional una fuente con despacho cercano al del Presidente ante una consulta sobre una posible negociación para tratar de desactivar la medida de fuerza, que tuvo un primer anticipo con la movilización al Congreso de la que los gremios participaron este miércoles, para acompañar la marcha semanal de los jubilados.
Si bien durante los días previos en el Gobierno quedaron a la espera de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, entablara una conversación con los referentes de la CGT como Héctor Daer y Carlos Acuña, la realidad es que los principales operadores políticos del oficialismo siempre tuvieron en mente dejar correr la medida.
Y es que eso es lo que le permite a Milei mostrarse nuevamente como el abanderado de una pelea contra «la casta» a la que, según el discurso de La Libertad Avanza, no le importan los argentinos sino «preservar sus privilegios».
«El paro extorsivo de la casta sindical solo busca mantener los privilegios del Club de los Audis blindados. Con su modelo lograron que el 50% de los trabajadores estén en negro y sean pobres», fue otro de los mensajes que emitió Lanari en ese sentido y que Milei, mucho más concentrado por estos días en que salga el acuerdo con el FMI, reposteó en su cuenta de X.
La representación de los sindicatos y la reforma laboral pendiente, el «lado B» de la estrategia oficial
Allí se suma otro componente que el Gobierno tiene muy en cuenta: la caída del empleo registrado y sindicalizado versus el crecimiento de trabajadores con monotributo. En esto se apoyan para cuestionar la representación de la CGT y, de paso, retomar la prédica sobre la necesidad de una reforma laboral.
Fue Francos, el funcionario más conciliador del Gobierno, el encargado de mostrar este otro costado de la estrategia: «Tenemos claro que las pequeñas reformas laborales que hicimos todavía no alcanzan para poder solucionar las dificultades que genera el contrato, la Ley de Contrato de Trabajo en la Argentina», afirmó en declaraciones radiales.
«La realidad es que la CGT sale a hacer un paro porque sabe que se vienen reformas en este tema. Y cuando en el Congreso tengamos números suficientes, vamos a volver a plantear aquellas reformas que planteamos en el DNU 70 y que con una medida cautelar se paralizaron», agregó el jefe de Gabinete.
Por lo pronto, fuentes de la Casa Rosada deslizaron a iProfesional que luego de esas primeras expresiones por parte de los funcionarios ahora esperarán a ver qué impacto tiene el paro de la CGT y sobre todo cuáles son las reacciones de los trabajadores que no participan pero que se ven afectados por la adhesión del transporte.
En ese sentido, indicaron que «sobre el final del día o el viernes se va a hacer algún balance» sobre la medida que, entienden, deberá su impacto principalmente a la paralización del transporte. Respecto de ese punto, el Gobierno sí logró restarle fuerza al declarar la conciliación obligatoria para la UTA, que llevó a que los colectivos no adhieran al paro. Una victoria parcial dentro de la pelea más grande.
¿Qué sectores adhieren al paro?
La adhesión de los gremios del transporte es una parte central del paro. Los ferroviarios, los «metrodelegados» del subte porteño y el Sindicato de Peones de Taxis decidieron plegarse a la medida, lo que complicará la movilidad de los trabajadores de otros rubros.
En tanto, los gremios del sector aeronáutico también confirmaron su adhesión al paro, lo que limita los vuelos. Se suman también los controladores aéreos, que si bien están obligados a garantizar al menos el 45% de la actividad contribuirán igualmente al impacto del paro en las operaciones aéreas.
Por otra parte, la Asociación Bancaria confirmó que no habrá atención presencial en bancos públicos ni privados y que las operaciones quedarán entonces limitadas al ámbito digital, mientras que la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) también adhiere, por lo que no habrá clases en escuelas y universidades públicas.
Todo esto es lo que el gobierno de Javier Milei intenta aprovechar frente al paro de la CGT como una oportunidad para renovar su discurso «contra la casta» y alimentar el descontento de los trabajadores que no forman parte de esos sectores con los sindicatos. La estrategia de la Casa Rosada está así tan enmarcada en la campaña electoral como afirman que lo está el paro.