Detrás del homicidio de Magalí Levy (28)– asesinada en su departamento de Palermo el 7 de marzo- no hay ni una ni dos personas. La Justicia argentina, Interpol y la Policía paraguaya trabajan sobre la hipótesis de una banda de cinco o seis miembros. Dos ya cayeron, el último de ellos esta madrugada, pero tres siguen prófugos y con pedido de extradición.
No se trata de una banda sofisticada, pero sí peligrosa. Todos, tras el crimen, volvieron a Paraguay y se escondieron en el área de San Pedro del Paraná, departamento de Itapúa, una zona marihuanera a la cual la Policía debe entrar con grupos tácticos.
Uno de los prófugos por el crimen de Levy es Sixto Amarilla (30). Aunque tiene domicilio legal en José C. Paz, Provincia de Buenos Aires, estaría vinculado al rentable negocio de la venta de cocaína y marihuana en la Villa 31 de Retiro, uno de los centros de narcomenudeo más importantes de la Ciudad de Buenos Aires.
Su esposa Elcira Giménez Gonzalez (29, también prófuga) es señalada como la mujer vestida con uniforme de empleada doméstica que -al analizar las cámaras- se ve entrar al edificio de la víctima y que trabajaba hace poco tiempo en lo de los Levy. Detrás de ella aparece un joven al que se identifico como su hermano, Ivan Giménez Gonzalez (20), quien fue detenido en San Pedro el martes pasado y a quien se acusa de ser el autor material del homicidio.
Tras la detención de Iván, esta madrugada se entregó a la Policía de Paraguay Osmar Algarín Britez (25). Se lo acusa de ser la persona que ayudó a Amarilla (quien lo albergaba en su casa) y a su esposa a levantar un aguantadero donde guardaban el botín. La pareja alquilaba un apart sobre la Avenida Corrientes, enfrente del Shopping Abasto, a apenas 10 cuadras del edificio donde Magalí vivía con su esposo y sus dos hijos (Sanchez de Bustamante al 1200).
Britez se entregó, acompañado de su abogado, seguramente porque la acusación contra él es de «encubrimiento». Según registros de Migraciones, pocos días después del crimen Osmar Algarín Britez cruzó la frontera en la misma camioneta Renault en la que iban Sixto Amarilla y Elcira Giménez Gonzalez, hoy la pareja más buscada por la policía de Paraguay.
La lista de de sospechosos con captura se completa con una mujer, de nombre Diana, que, según los seguimientos de las antenas de celular fue a una santería a comprar velas y un Gauchito Gil que, según Ivan Giménez Gonzalez, se llevaron a Paraguay para pedir la protección a un brujo de la zona de San Pedro,.
El martes de la semana pasada la Policía paraguaya llegó a San Pedro del Paraná, en el Departamento de Itapúa, una zona de plantación de marihuana ubicada a 120 kilómetros de Encarnación. Allí detuvo a Iván Giménez González, con pedido de detención con fines de extradición de la Justicia Argentina por el crimen de Magalí Levy
La mujer había llevado a sus dos hijos al colegio y debía pasarlos a buscar al mediodía. Cuando no apareció del colegio llamaron al esposo y fue él quien la encontró y llamó al 911. La habían atado, golpeado y asfixiado con una bolsa de nylon en la cabeza. Su departamento de la calle Sánchez de Bustamante estaba revuelto y faltaba una pequeña caja de seguridad.
Desde el principio el móvil del robo estuvo claro, como también la principal hipótesis: las cámaras del edificio de la víctima mostraron a una mujer con uniforme de servicio doméstico y tras ella un hombre que la seguía.
Con datos aportados por la SIDE de Argentina, policías del Departamento Antisecuestro y Anti extorsión de Paraguay, a cargo del comisario principal Nimio Abel Cardoso Espíndola, llegaron hasta San Pedro en busca de los prófugos. Encontraron a Iván y con él reconstruyeron gran parte de lo que pasó en el departamento de Levy. Ahora se comenzará con los trámites de extradición y se seguirá con la búsqueda del matrimonio Amarilla/Giménez González que está atrincherado en una zona donde los narcos protegen su territorio a los tiros.
Según les habría contado el propio Iván a los policías paraguayos, con su hermana integran un clan dedicado a hacer este tipo de robos, siempre con el mismo modus operandi: Elcira entraba a trabajar como empleada doméstica, se ganaba la confianza de los dueños de la casa y luego dejaba entrar a sus cómplices para robar. En este caso todo se puso sumamente violento porque buscaban una caja de seguridad donde, suponían, había mucho dinero.
Tras ser detenido, Iván habría contado que esa caja de seguridad la llevaron cerrada a la casa de Sixto Amarilla y la abrieron con una amoladora. Adentro había unos 6.000 dólares, que fueron repartidos. Del departamento de Levy también se llevaron ropa. La Policía de Paraguay cree que un par de zapatillas secuestradas en el operativo del martes eran de la víctima.
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Detuvieron en Paraguay a un sospechoso por el crimen de Magalí Levy
Fuentes del caso explicaron a Clarín que en el allanamiento en la casa de Iván se habría secuestrado ropa como la que llevaba el hombre que quedó filmado en el departamento de Sánchez de Bustamante al 1200, en Recoleta. El joven habría cruzado por tierra vía Formosa tres días después del crimen.
Magalí Levy era ex alumna y había sido profesora del colegio Martín Buber, en Palermo, y luego cursó la carrera de Relaciones del Trabajo en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Su violenta muerte causó muchas repercusiones en la colectividad judía.
Eliahu Hamra, rabino de AMIA, reclamó «el inmediato esclarecimiento y el castigo a los responsables de esta atrocidad».
En silencio, con bajo perfil, la investigación cruzo las fronteras y hoy parece encaminada.
D.D.